Rompemos el hilo conductor del refrán de tal palo, tal astilla. Tenemos una astilla protagonista que descubre que es distinta y original y va viendo los distintos palos a los que buscamos parecernos.
El palo familiar, el social, el laboral, el cultural, el de la felicidad... Entramos en un grupo de astillas que fingen y contienen su forma de pensar y manifestarse con la idea de ser aceptadas, siguiendo un patrón de un palo que ni tan siquiera es real.
Nuestra astilla se siente distinta, pero descubre que todas también son especiales, pero contienen su esencia y no se permiten ser lo que son. Ella no quiere seguir así. No dejes que se sienta sola.